El indebido uso del ascensor durante una mudanza o una obra en un edificio común

Cuando un vecino realiza una mudanza o una obra en su casa, es habitual que los trabajadores contratados para dicha operación utilicen el ascensor común como una zona de trabajo más. Muchas veces el ascensor acaba sucio, lleno de polvo y el resto de vecinos no pueden hacer uso del ascensor cuando lo necesitan porque está siendo utilizado ininterrumpidamente por los operarios. El propietario se ahorra de esta forma la grúa que debería ser contratada para estas funciones, y en algunas ocasiones ni siquiera avisan al resto de vecinos o solicitan permiso al presidente con antelación.

El ascensor es una instalación común que no ha sido diseñada como montacargas ni esta concebido para dicho uso. Su uso indebido, como el transporte de objetos o materiales de elevado peso, puede generar daños en el funcionamiento del ascensor a corto o largo plazo. Quizá al concluir la obra o la mudanza no se haya detectado ningún fallo, pero un problema grave en el sistema puede aparecer más tarde y provocar un coste elevado a la comunidad.

Para evitar este tipo de problemas, es importante que antes de utilizar el ascensor para una obra o mudanza se avise a la empresa de mantenimiento de la comunidad con la finalidad de realizar una revisión que concluya en un informe las consecuencias que este uso podría acarrear a la estructura, y si se ha generado alguna tras la finalización de las labores. De esta forma, se establece un acuerdo con el propietario en el que si aparece cualquier incidencia tras la segunda inspección, el coste de la reparación sería responsabilidad del propietario que ha realizado la actividad.

Tanto las comunidades como las empresas de ascensores deberían incluir en sus contratos de mantenimiento
una cláusula que recogiera estas circunstancias para establecer la obligación de pasar estas revisiones y definir que el coste de cualquier incidencia sería asumido por cada comunero.

Debe aprobarse una normativa de régimen interno por mayoría simple para regular el uso del ascensor, el periodo máximo de utilización del mismo, e incluso se podría imponer una tasa económica por día en el caso de realizar alguna actividad privatizada con él. De esta forma se compensa al resto de comuneros que se ven imposibilitados de hacer un uso normalizado del ascensor y de cualquier daño que pudiera aparecer en la instalación en un futuro.

Se debe tener en cuenta que si un vecino sufriera algún accidente como consecuencia del indebido uso del ascensor, la responsabilidad podría alcanzar a los responsables de la empresa de ascensores e incluso al presidente de la comunidad de vecinos. Por esto la importancia de precisar y adoptar todas las medidas necesarias de control posibles que ayuden a evitar fallos no detectados antes de cualquier uso privado de un elemento común.